UNA TAPERÍA QUE NO ME GUSTABA

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Hace ya unos cuantos años uno de los integrantes de nuestra pandilla decidió abrir una tapería, pero el problema era que la gran cantidad de tapas eran con mejillones, los cuales no me gustan por eso casi nunca acompañaba a mis amigos cuando iban a cenar allí, prefería ap arecer cuando ya hubiesen terminado de cenar y llegase el turno de las copas, que esas sí que me gustan. Un día le pregunté al dueño de la tapería porqué casi todas las tapas eran con mejillones y me dijo que era porque tenía un proveedor de mejillon congelado bastante barato por lo que le resultaba muy rentable. AL final ese local no le duró demasiado tiempo pero eso no fue por culpa de que no tuviese clientes sino de que uno de sus camareros le estaba robando y cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde como para poder remontar el vuelo y no le quedó más remedio que tener que traspasar el bar. Hace mucho tiempo que no veo al amigo nuestro que llevaba este bar, creo que desde la despedida de soltero de otro de los miembros de mi pandilla no le veo. Pero fue él mismo el que se quiso distanciar por lo que si esa fue su elección yo no me opondré. Siempre fue un tipo un poco raro y como además había tenido algún problema con algo de mi pandilla no nos pareció raro que se alejara. Años después nos enteramos de que estaba trabajando de comercial para red bull, cosa que se le debía de dar bastante bien pues era un tío que tenía bastante verborrea y podía vender cualquier cosa a cualquiera. No sé si esa tapería sigue abierta hoy en día, pero eso es más que nada porque ese sitio está un poco lejos de mi casa y por esa zona no suelo pasar bastante. Lo más cerca que paso por ahí es en navidad cuando vamos a saludar a un grupo de amigos que quedan en un bar bastante cerca de ese. Y eso solamente es un día al año.