Tres meses para que me vea un especialista. Cuando cambié de ciudad tuve que adaptarme a un nuevo sistema sanitario. Y cuando empecé a tener algunos problemas de salud me di cuenta que así no podía estar. No se trata, por supuesto, de que los profesionales de la sanidad privada sean mejores que los de la pública. De hecho, a menudo te encuentras al mismo médico en uno y otro lugar. Se trata de una cuestión de tiempo.

Cuando tienes un problema y estás un poco agobiado y te dicen que tienes que esperar tres meses para ver un especialista no entiendes cómo es posible que el sistema funcione así. Yo era muy reacio al seguro privado porque en mi familia nunca habíamos tenido uno. Y está el coste económico, claro. Pero tras mi mala experiencia tras el cambio de ciudad decidí empezar a buscar una oferta seguros salud privado. Y cuando lo contraté me pregunté cómo es posible que hubiese aguantado tanto tiempo sin tener uno. 

Sé que hay diversos colectivos a los que ya se les incluye un seguro privado dentro de sus contratos laborales o sus empleos. Suerte que tienen. En mi caso no existe nada de eso. Tenía algunos conocidos con seguro y estuve preguntando para ver qué me recomendaban. Pero al final opté por un seguro que está vinculado a un hospital que está cerca de mi nueva casa. Hace ya tiempo tuve a que acudir a ese hospital para hacer una consulta privada relacionada con una dolencia que no podía esperar y quedé muy contento. No tanto con el coste del servicio por lo que busqué una oferta seguros salud privado que me permitiera empezar a usar ese hospital como asegurado. 

Desde entonces me siento mucho más tranquilo. Supongo que es lo que le pasa a la mayoría de la gente que cuenta con seguro privado. Es una cuestión también psicológica: saber que si tienes un problema, el periodo de tiempo hasta que se llega a un diagnóstico es más corto. Porque una de las cosas que hemos aprendido durante estos últimos meses es que con la salud no hay tiempo que perder.