Vienen tiempos difíciles, eso lo sabe todo el mundo. Hemos pasado meses complicados y los expertos ya nos advierten de que lo peor está por llegar. Así que habrá que estar preparado, ¿no? Mi familia y yo hemos renunciado a bastantes cosas en los últimos meses. En algunos casos por obligación (no se podía salir de casa), y en otras por precaución: preferimos cancelar las tradicionales vacaciones de verano porque con el tema de los rebrotes parece que no apetece mucho ir a ninguna parte. Y tenemos la sensación de que muchas familias han hecho como nosotros. 

Así las cosas, la casa se ha convertido en algo más que el hogar: es un refugio, un búnker. Entre todas esas semanas en las que solo se podía salir de casa para pasear el perro y lo que nos viene encima, mejor vivir hacia dentro ya que esto va para largo. Por eso, en nuestro caso, hemos decidido darles salida a todas esas cosas que teníamos pendiente con respecto a la casa. Muchas veces vas aplazando pequeñas reformas porque a lo mejor prefieres invertir ese dinero en unas vacaciones o una cena o lo que sea, pero ahora, entre que hay menos dinero y no se puede hacer nada fuera de casa, es el momento de cuidar nuestro búnker y dejarlo mejor que nunca.

Para empezar, hemos estado buscando ventanas aluminio en vigo. Era algo que teníamos pendiente desde hacía bastante tiempo. Nuevas ventanas para una nueva vida. Mi mujer siempre estaba detrás de mi hablándome de sus ventajas, que si aíslan más, que si duran más, que si son mucho más bonitas. Pero yo lo decía: ¿qué prefieres, ventanas de aluminio o una semana en Lanzarote? Y nos quedábamos sin ventanas otro verano más.

Además de contratar a una firma especializada en ventanas aluminio en Vigo estamos pensando en cambiar varios electrodomésticos de casa, sobre todo la nevera que tiene siglos. Y también hacer algunos cambios en la decoración. Queremos que la casa tenga un lavado de cara y que quede bonita y confortable, porque nunca se sabe cuándo vamos a poder salir de ella…