El somier, una parte importante de la cama

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Si estás pensando en cambiar el colchón de tu cama porque ya no te resulta tan cómodo como antes, no olvides comprar somier. El somier es una parte muy importante de la cama y una pieza básica para el descanso ya que es la base en la que se apoya el colchón.

Si el somier es viejo y está cedido, el colchón nuevo acabará adaptándose a la mala forma del mismo. Es lógico, ya que el peso del cuerpo y del propio colchón hace que se cargue sobre la base. Si esta no está recta y cede en determinados puntos, el colchón también se hundirá allí.

Así, al principio, pensaremos que todo está arreglado y que tenemos un nuevo colchón muy cómodo. Pero en poco tiempo comenzarán de nuevo los problemas. Y, lo peor de todo, es que el colchón nuevo puede haber quedado deformado para siempre y no recuperar sus condiciones iniciales.

Hay muchos tipos de somieres. Los antiguos, formados por un entrelazado de muelles y alambres, ya no se utilizan. Estos cedían rápido y se deformaban debiendo de tensarse para que recuperaran su forma inicial. Los modernos están realizados en láminas o en base tapizada.

Los somieres de láminas tienen la ventaja de que pueden adaptarse suavemente al movimiento absorbiéndolo. Pero para que esto ocurra las láminas deben de ser anchas, fuertes y a la vez flexibles. Esto exige materiales de muy buena calidad y precios elevados. Un somier de láminas barato suele acabar dando problemas, incluso puede ser que las láminas se suelten y se caigan.

Una base tapizada es más rígida, pero tiene la ventaja de que es más complicado que se deforme. Si no se dispone de mucho presupuesto para el somier y hay que comprar uno no demasiado caro lo mejor es optar por una base tapizada que dará un mejor apoyo aun siendo de una calidad medio baja.

Tanto en bases de láminas como en tapizadas, hay diferentes tipos de sujecciones para somieres. La más económica son las patas. Para una cama de matrimonio se recomiendan al menos una pata en cada extremo y una en el centro de la cama, aunque si la cama es de metro cincuenta o superior suelen aconsejar otras dos patas, una en cada larguero. Otra opción son los arcones para almacenar ropa. En estos casos, el somier suele elevarse mediante un sistema hidráulico para dar acceso al mismo.