Hace unos días tuve una maratoniana jornada de trámites burocráticos que decidí terminar en una tienda de telefonía para solicitar un duplicado de tarjeta SIM. Decidí hacerlo así porque pensaba, a priori, que era lo que menos tiempo me iba a llevar: no tenía preguntas ni dudas, solo era pedir una tarjeta SIM e irme a mi casa. Pero no contaba yo con que iba a haber cola, como en el supermercado.

¿Habéis oído hablar de la brecha digital? Pues eso es lo que comprobé en aquella tienda. Una señora de avanzada edad departió durante más de media hora con la tendera sobre el contrato que iba a firmar. Se trataba de un pack de esos que incluyen todo en uno: telefonía fija, móvil e internet. Pero la señora no entendía muchos de los puntos de la letra pequeña. En este sentido no es muy diferente de cualquier persona más joven, pero también atosigaba a la chica de la tienda con otras dudas mucho más bizarras: “pero entonces este móvil lo puedo meter en el agua…”.

No es fácil sobrevivir a tu operador de telefonía móvil, porque en más ocasiones de las deseadas pareces más un enemigo que un cliente. Por eso muchos usuarios buscan alternativas más amigables con un trato más cercano. Es el caso de telefono mundo r que ofrece un servicio de gran repercusión en Galicia desde que inició su andadura en 1998.

Esta empresa trata de diferenciarse de otros operadores que trabajan con todo el mercado nacional como objetivo ofreciendo una  mayor cercanía con el cliente, que sienta que no es otro número más en un contrato. Por supuesto, también cuenta con otros atractivos más concretos: sus precios.

Conozco pocas personas que no se hayan cansado de su operador de telefonía e internet a lo largo de los años. Esto se debe a una situación peculiar que no se produce en otros negocios: interesa más el cliente nuevo que el veterano. La señora de la tienda de telefonía no paraba de repetir que llevaba 30 años siendo cliente de esa empresa y que ahora se sentía engañada con ese contrato tan complicado.

Empresas como telefono mundo r tratan de revertir esta situación atrayendo a todas esas personas desencantadas de los gigantes de las telecomunicaciones.