Cuando aquel dos de enero del 2011 entró en vigor la llamada ley antitabaco, pocos pensaban que supondría tantos cambios en la hostelería. De repente, todo lo que habíamos hecho de forma habitual, como fumar en una discoteca o en un bar, estaba prohibido y esto dividía fuertemente a los que agradecían un ambiente más respirable y a los fumadores que se encontraban desplazados.

Esto hizo que la hostelería comenzara a buscar maneras atractivas de que sus clientes pudieran disfrutar del binomio café- cigarrillo en sus locales y comenzaron a prosperar las terrazas, cada vez más equipadas y atractivas. Incluso durante el invierno podemos encontrar multitud de terrazas cubiertas con estructura o con sombrillas 4×4 hosteleria impermeables que evitan el paso de la lluvia. Tomar un café con abrigo y bufanda se volvió algo muy normal y habitual en todas las ciudades.

Pero entonces llegó el coronavirus y esto ha supuesto una nueva revolución. Muchos ya debaten si la actual prohibición de fumar en las terrazas debería o no de mantenerse en el tiempo. Y es que muchas personas que no acudían a estos espacios en invierno han comenzado a hacerlo y a descubrir sus ventajas y no les apetece que sean lugares con humo, sobre todo cuando se trata de terrazas cerradas.

Independientemente de que finalmente se prohíba el consumo de tabaco en estos espacios, tal como todo parece apuntar, es cierto que se han transformado totalmente y que han dejado de ser el lugar de verano y el refugio de fumadores en invierno para ser el espacio más solicitado en hostelería durante todo el año. Y no solo para tomar un café o disfrutar de un refresco o de una copa, sino también para comer y para cenar. Incluso cuando no hay estufas, muchas personas prefieren abrigarse y comer en el exterior por todas las ventajas que conlleva.

La hostelería, viendo el cambio de tendencia, también se ha esforzado en su mayor parte en ofrecer espacios más cómodos y agradables para sus clientes y no solo mesas y sillas en exterior. Nos encontramos así mobiliarios específicos de gran calidad, sombrillas que cubren realmente y que incluso purifican el aire y un servicio mucho más rápido. Porque aquellos que ofrecen una terraza y no la atienden tienen muy pocas posibilidades de prosperar cuando la competencia sí da un servicio de calidad.