Lactosa oculta: cómo reconocerla

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La lactosa se encuentra en la leche y sus derivados. Todos los intolerantes a la lactosa saben que tienen que evitar la leche, los quesos, natas y demás lácteos. Pero, en ocasiones, encontramos lactosa en productos en los que en un principio podríamos pensar que no debería de haber.

En los medicamentos, encontramos lactosa como excipiente, por lo que siempre se le debe de señalar al médico que se sufre una intolerancia alta a la lactosa, para que busque alternativas. La cantidad es muy baja y no es un problema para la mayoría de los intolerantes, pero sí para los más severos.

Pero uno de los problemas más graves para los intolerantes es que la lactosa está en alimentos con los cuales no asociamos este azúcar. Por ejemplo, nos encontramos jamón cocido que tiene lactosa, porque se utiliza como conservante. Incluso en las patatas fritas de paquete de algunos sabores y marcas, encontramos lactosa. Por eso, es imprescindible leer todas las etiquetas, sobre todo si la intolerancia es muy alta.

Aunque es obligatorio que la lactosa se señale siempre en negrita en la lista de ingredientes, es importante saber qué aditivos son derivados de la lactosa. Los famosos E que llevan lactosa son, por orden de numeración:  E101, conocida como Riboflavina o Lactoflavina; E 270, el llamado  ácido láctico; E 325, también denominado lactato sódico; E 326,  el lactato potásico; E 327, el lactato cálcico; E 328, el lactato de amonio; E 329 el lactato de magnesio; E 472 b que son los esteres lácticos de los mono y diglicéridos de los ácidos grasos; E 481 cuyo nombre es Estearoil-2-lactilato sódico; E 482, o Estearoil-2-lactilato cálcico; E 575 o glucono delta lactona; E 585 que aparece también como lactato ferroso y el  E 966, conocido como lactitol.

Es importante que las personas con una intolerancia severa tengan estos números anotados y muy presentes a la hora de realizar sus compras. Cuando el nombre figura entero podemos ver que es bastante fácil identificar a los derivados de la lactosa por sus nombres, pero cuando solo figura el número, algo cada vez menos frecuente pero que aún sucede en ocasiones, resulta más complicado.