Los hoteles con grandes terrazas resultan muy atractivos para el verano, ya que se pude disfrutar del sol y del buen tiempo tanto durante el día como al caer la tarde, saboreando una bebida cuando deja de hacer tanto calor. Pero, ¿qué sucede con el espacio de terraza durante el resto del año? O bien no se usan en absoluto o bien hay que cubrirlos con toldos y lonas que acaban siendo un trabajo extra bastante molesto para los trabajadores. Además, no deja de ser un espacio poco atractivo ya que al estar realmente abierto, el aire va a entrar y la sensación de frío no se podrá evitar.

Pocos hoteles pueden permitirse el lujo de renunciar a ese espacio durante al menos seis meses al año, por lo que los cerramientos de grandes dimensiones para terrazas son la mejor alternativa para rentabilizar la terraza todo el año. Una terraza cubierta se puede climatizar de muchas maneras, desde aire acondicionado hasta estufas especiales para hostelería, consiguiendo un lugar agradable en el que los clientes podrán disfrutar de la sensación de estar en un espacio abierto aunque realmente esté cerrado y estén protegidos de cualquier inclemencia.

Las terrazas cubiertas pueden utilizarse no solo para los clientes del hotel, sino también para la celebración de eventos como comidas o cenas, incluso bodas o comuniones, que pueden reportar grandes ingresos al hotel. Aunque estas celebraciones son más frecuentes en verano cada vez más gente escoge el invierno para casarse porque todo les sale mucho más barato, desde el alquiler del restaurante hasta el viaje de novios todo tiene mejores precios. Además, pueden escoger el lugar que les gusta sin tener que esperar incluso años para conseguir una fecha.

Contar con un cierre para terraza que sea fácil de poner o de quitar hace que este espacio se aproveche todo el tiempo. Debe de ser un sistema sencillo y a la vez muy rápido de abrir o de cerrar para poder actuar al momento. Si de repente el día se pone malo y comienza a llover, solo hay que cubrir la terraza y si sale el sol, descubrirla y aprovechar el momento. Así se pueden realizar reservas para comer o cenar en la terraza sin depender en absoluto del día que haga ya que se tiene la garantía de que siempre se va a estar bien allí.