Cuando nos enteramos de que iba a vender su Ford Mustang de 1980, casi nos da un patatus. Era el coche más popular de pueblo, y yo diría que de la comarca entera. Cuando uno de nosotros lo encontró buscando Coches ford de ocasion en pontevedra la noticia corrió como la pólvora: el Mechi vendía el trueno azul, como era conocido popularmente su Mustang por la zona.

El Mechi tenía unos años más que mi grupo de amigos y yo: era uno de los mayores a los que siempre mirábamos con respeto. Pero este chico era diferente al resto: su padre era de Estados Unidos (de Iowa para más señas) y había sido marine, entre otros oficios más o menos claros. Estaba separado de la madre de El Mechi que vivía con él en el pueblo. Pero a pesar de todo, mantenía buena relación con la madre y solía venir dos o tres veces al año a ver a su hijo.

Todavía recordamos cuando oímos tronar por primera vez aquel cochazo. Pasó por el pueblo a toda leche, mientras El Mechi nos guiñaba el ojo en el asiento del copiloto. Ethan, el padre, iba al volante con su gorra de los Raiders. Más tarde nos enteramos de que Ethan había pagado una pasta por traerse el coche desde Estados Unidos. Era un coche algo antiguo ya que había comprado de segunda mano. Y lo trajo como regalo de cumpleaños de El Mechi: cumplía 18.

Si El Mechi ya era un poco especial con ese coche se convirtió en el outsider del pueblo (y la comarca). Su Mustang azul claro de 1980 se convirtió en parte del paisaje de la zona. No era difícil verlo en el aparcamiento del campo de fútbol o al lado de la sala de máquinas. Aunque solo tuviera que ir dos calles más allá, el Mechi sacaba el coche para que todo el mundo lo disfrutase…Y todos terminamos montando varias veces en aquel coche. Por eso, de alguna manera, el Mustang era un poco de todos. Además, aunque el chico era un poco especial, no tenía problemas en compartir sus cosas ‘americanas’, coche incluido.

Así que cuando muchos años más tarde vimos en Coches ford de ocasion en Pontevedra una foto del Mustang, pensamos que el mundo se iba a terminar… Si El Mechi vende su Mustang, cualquier cosa puede pasar.