Echo mucho de menos el poder ir al gimnasio, o simplemente poder hacer deporte sin tener que usar la odiada mascarilla. Si tengo que hacer deporte con la mascarilla puesta pues mejor prefiero no hacer deporte hasta que se pueda volver a practicar sin la obligatoriedad de tener que usar la mascarilla siempre. Recuerdo cuando llegaba al gimnasio y veías al hijo del dueño en un expositor. Habían ido a imprimir expositores PLV porque el hijo del dueño del gimnasio había ganado la competición “strong man”, el hombre más fuerte de España.

Espero que el gobierno tenga razón con lo de que en abril vamos a disponer de más vacunas para poder llegar al verano en unas condiciones aceptables y no que nos tengan bajo toques de queda o restricciones de este estilo durante los meses de verano.

El toque de queda es lo que peor estoy llevando de todas las restricciones a las que nos tienen sometidos, porque no me gusta estar pendiente del reloj para ir para casa antes de las diez de la noche porque de lo contrario te van a multar, yo quiero poder salir y entrar de mi casa a las hora que a mi me de la gana y no cuando me diga nadie. Hay restricciones con las que estoy de acuerdo y algunas otras con las que no puedo estar de acuerdo porque me parece que nos están empezando a recortar derechos sin que la sociedad pueda hacer nada para remediarlo, ya que se excusan en el riesgo sanitario.

Lo de las vacunas sí que me hace gracia, porque hace unos meses sólo un tercio de la población española estaba dispuesta a ponerse la vacuna ciegamente y hoy en día casi todo el mundo ya está convencido para ponerse la vacuna sin ninguna clase de problema. Yo personalmente siempre he estado dispuesto a que me vacunasen cuanto antes, el problema es que los de mi edad vamos a tener que esperar todavía bastante hasta que nos pongan la vacuna y como nos están llegando a cuentagotas las esperanzas de que nos vacunen pronto cada vez las tengo más agotadas.