Cómo tratar el cáncer de cervix

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No existe un único cancer de cervix tratamiento, sino que el mismo va a estar directamente relacionado con factores como el estadio en el que se encuentra en cáncer, la edad de la paciente y si tiene o no hijos. La aparición de un cáncer en el cuello del útero en una mujer de más de cuarenta años y con hijos, que no desea volver a ser madre, puede ser tratada con la extirpación del útero para evitar problemas mayores, aun y cuando el cáncer esté en grados iniciales.

Sin embargo, un cáncer en un estadio dos puede ser tratado de otro modo si la mujer es joven y no ha sido madre, teniendo deseos de tener un hijo. En estos casos se trata de conservar el útero para que pueda cumplir con su deseo, aunque una vez que dé a luz pueda valorarse la extirpación si vuelve a aparecer el problema.

Existen diferentes maneras para eliminar el tumor en el cuello de útero sin tener que recurrir a su extirpación. Por ejemplo, la crionización, es decir, la destrucción de las células cancerígenas mediante el frío. Para esto, se introduce en la consulta una barra a alta temperatura que se encarga de crionizar a las células cancerígenas. También se pueden aplicar rayos vía vaginal para conseguir el mismo efecto.

La cervicectomía es una operación mediante la cual se quita el cuello del útero y la parte superior de la vagina, pero no el útero, por lo que se puede eliminar el tumor y a la vez permitir que la mujer pueda tener hijos en el futuro. Es el tipo de intervención que se prefiere siempre que sea posible, para mujeres jóvenes que no han sido madres.

Si se opta por la histerectomía, es decir, por extirpar el útero, hay también varias técnicas para hacerlo. Dependiendo de cada caso se puede realizar una histerectomía parcial, quitando solo el útero, o una radical, quitando también los ovarios, en los casos en los que puede haber un riesgo de que el cáncer pueda llegar a estos órganos.

Además de la infertilidad, la histerectomía puede causar otros problemas en la mujer, como incontinencias urinarias que pueden ser permanentes o no, y daños en el intestino. A lo que no afecta es al placer sexual de la mujer ya que las terminaciones nerviosas responsables de la sensibilidad en la vagina y en el clítoris no se tocan en esta intervención.