Una amiga mía se fue el año pasado de mi ciudad para casarse con un tío del que ya se había escapado hacía unos años porque no quería casarse con él. Ella al parecer se dio cuenta de que él era el amor de su vida y en una visita que había hecho a su madre para acudir a un ortodoncista santiago de compostela se reencontraron, aunque él no es ni de su ciudad ni de nuestra comunidad autónoma. Al final se fueron a vivir para Valladolid que es de donde es él y desde ese día no he vuelto ni a verla ni a saber nada de ella. Espero que le vaya muy bien en donde esté viviendo ahora, porque desde que la conocí me había dado cuenta de que no era feliz y quiero pensar que con este chico encontrará la felicidad que había perdido.

Si tengo que decir la verdad no creo que la vaya a volver a ver a no ser que yo haga por ello, y eso significaría tener que ir de viaje a Valladolid expresamente para verla, aunque no sé si su nuevo marido me acogería en su casa durante unos cuantos días ya que no me conoce de nada salvo por una videollamada.

Cuando conocí a esta chica, sería hace unos diez años y ella aunque era de Santiago de Compostela ya llevaba unos cuantos años viviendo fuera de Galicia y nuestras costumbres a ella le parecían un poco raras. Pero a nosotros también nos parecían extrañas sus costumbres castellanas, así que tuvimos que aprender a convivir con nuestras rarezas, pero nos llevamos muy bien durante muchos años hasta que le entró una depresión y se encerró un poco en casa de más y por mucho que le insistíamos e que viniese con nosotros de vez en cuando no nos hacía caso. Al final nos fuimos distanciando cada vez más hasta que me llamó un día para decirme que se casaba, no me dijo con quién aunque no tardé demasiado en deducirlo. Por eso estoy casi seguro de que no la voy a volver a ver nunca más, así vino así se fue.