La capital vizcaína atrae al turista nacional por la personalidad de su gastronomía, un extenso patrimonio histórico y la oferta de ocio y cultura. Al visitar esta metrópolis por primera vez, es fácil cometer errores tan costosos como molestos. Derrochar una parte del presupuesto en parkings Bilbao centro de pago es uno de ellos.

En Bilbao, como en otras grandes ciudades europeas, la demanda de aparcamientos supera a la oferta disponible. Pero esto no significa que los únicos parkings gratuitos sean los disuasorios, presentes en las estaciones de Etxebarri, Leioa y Ansio.

El primero de los distritos bilbaínos, Deusto, cuenta con diversas plazas sin coste, al igual que la zona de San Ignacio, cuya única desventaja es la escasez de atracciones turísticas en sus inmediaciones. En el barrio de Txurdinaga también es fácil localizar aparcamientos gratuitos.

Las escapadas turísticas al ‘Botxo’ —como denominan los bilbaínos a su ciudad— pueden verse empañados por problemas de alojamiento. Olvidarse de reservar con suficiente antelación o hacerlo en zonas con alta inseguridad es un error mayúsculo.

En caso de viajar en temporada alta, se recomienda tramitar la reserva hotelera con al menos un mes de anticipación. Limitar la búsqueda a distritos y barrios seguros con una óptima relación calidad-precio también es un acierto.

Uribarri, por ejemplo, posee una generosa oferta de alojamientos con estrellas al alcance de todos los presupuestos y necesidades. Este distrito de la parte septentrional de la ciudad está formado por los barrios como Matiko-Ciudad Jardín, Castaños o Uribarri.

El Ensanche o Abando también cuenta con numerosos hoteles, y es una zona muy demandada por acoger la Gran Vía de Don Diego López de Haro, una calle que atraviesa el corazón de Bilbao. Por su parte, alojarse en el Casco Viejo o Siete Calles también garantiza una ubicación cercana a las principales atracciones de la ciudad.