¿Qué hace variar el sabor de la leche?

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Quienes han probado la leche de las vacas de sus abuelos o de sus padres y la leche de central asturiana están de acuerdo con que tiene un sabor idéntico. Pero ¿por qué otras leches no tienen ese sabor especial y tan auténtico?

Muchas personas echan la culpa de los cambios en el sabor de la leche a los procesos para pasteurizara y envasarla. Pero lo cierto es que la leche Central Lechera también pasa por esos procesos. ¿Qué es lo que pasa entonces?

Para decir toda la verdad hay que reconocer que en algunos casos este tipo de procedimientos pueden alterar los sabores cuando se realizan siguiendo altos estándares de calidad. Estos procedimientos modifican negativamente el sabor de la leche, pero no afectan a la seguridad alimentaria por lo que el producto pasa los exigentes controles a los que se somete la leche. Sin embargo, cuando llega al consumidor este aprecia que no es una leche sabrosa y que no es lo que estaban buscando. En muchos casos parece estar aguada o tener un regusto artificial como si llevar aditivos que, en realidad, no lleva.

Lo cierto es que este tipo de casos son los menos frecuentes. Normalmente, los procesos de envasado, debido a los rigurosos controles a los que son sometidos, son muy eficientes. Por eso, la principal causa del cambio en el sabor de la leche hay que buscarla en la alimentación de los animales. Y, muchas veces, no se trata tan solo de si las vacas comen exclusivamente pienso o combinan pienso con pasto natural, sino también del tipo de pasto que las alimenta.

Un pasto seco, de escasa calidad o en pequeño porcentaje no dará un buen sabor a la leche, mientras que las vacas que se alimentan de pasto fresco y verde darán una leche no solo mucho más sabrosa, sino también de una altísima calidad desde el punto de vista nutricional. También es importante saber el tipo de vida que las vacas llevan, ya que un animal que vive confinado en un minúsculo espacio sin caminar durante todo el día va a tener mayores niveles de grasas malas en su cuerpo y también más estrés y está demostrado que todo esto también se refleja en el sabor de la leche, siendo mucho mejor la de animales que pastan en libertad varias horas al día y que llevan una vida, por decirlo en términos humanos, mucho más feliz.