En muchos lugares de España son muy características las casas con amplias galerías en las que es habitual sentarse a tomar un poco el sol, a leer o a realizar trabajos de costura. Se trata de un espacio de la casa que, bien aprovechado, no solo tiene mucha utilidad sino que es muy agradable y puede servir de espacio de juego para niños, de lugar de relax para adultos o incluso de zona de esparcimiento para mascotas.

Para que tenga el ambiente que deseamos es importante que esté decorada de una forma agradable y lo primero para la decoración son las cortinas. Una galería está pensada para disfrutar de las vistas pero es básico contar con cortinas que protejan del sol en las horas más fuertes o que ofrezcan algo de intimidad en determinados momentos.

Los estores son la mejor opción ya que al ir pegados a la ventana no ocupan demasiado espacio con el vuelo. Y dentro de los diferentes tipos que hay en el mercado, los estores paqueto son seguramente los más elegantes. Por su forma de plegarse sobre sí mismos se confeccionan con telas muy finas como sedas o linos suaves. Una opción perfecta es una tela en fondo liso con bordados en uno o dos colores suaves por encima.

Los muebles de madera rústica o de mimbre son perfectos para decorar las galerías. Escoge muebles que no sean excesivamente grandes y que permitan moverse con soltura por la galería. Los tonos de la tapicería pueden ser la inspiración para escoger los de las cortinas.

Pero para disfrutar al máximo una galería es importante que la temperatura sea agradable. En muchos hogares no se disfruta la mayor parte del año porque resulta fría en invierno y muy cálida en verano. Un buen aparato de aire acondicionado con bomba de calor puede resolver este problema haciendo que la temperatura sea muy agradable todo el año y permitiendo así que la galería se disfrute al máximo.

Las plantas son una parte importante de la decoración de una galería pero hay que evitar que impidan que nos podamos mover a gusto, por eso una buena solución es colgar algunas del techo para que se vean bien pero que no supongan un estorbo o incluso un peligro para las mascotas que pueden comerlas y resultar intoxicadas, ya que muchas plantas corrientes en el hogar son tóxicas para perros y gatos.