Algunos de los posibles compradores de caravana de segunda mano dicen que uno de los miedos que tienen respecto a estos vehículos, es que se limiten más los espacios a los que tienen acceso. Y es que la caravanas no pueden estar en todos los espacios pero… ¿por qué?

Por una cuestión de espacio. Las autocaravanas no pueden aparcarse en algunos lugares porque su tamaño, superior al de los vehículos normales, impide la visión o bien sobrepasa las dimensiones de largo de la plaza ocupando parte de la vía pública. Esta es una prohibición que no solo comprende a las autocaravanas, sino también a furgonetas y vehículos con dimensiones especialmente grandes. La razón es de seguridad.

Por una cuestión de seguridad vial. Las autocaravanas son vehículos de gran tamaño y puede no estar permitido entrar con ellos en zonas de la ciudad en las cuales las calles son estrechas, pudiendo impedir un tráfico normal o causar embotellamientos. También se puede prohibir por cuestiones medioambientales, ya que se puede limitar el acceso al centro de la ciudad a vehículos concretos no contaminantes.

Porque haya zona especiales para ellas: en zonas como playas, campings o espacios de ocio al aire libre puede haber lugares especialmente habilitados para que aparquen las autocaravanas, no pudiendo hacerlo en las plazas de turismo, ni viceversa. Es una manera de conseguir que todos tengan su lugar y que no se molesten unos a los otros.

Hay que diferenciar a la hora de las prohibiciones entre acampar y pernoctar. En algunos lugares está prohibido dormir en el interior de las autocaravanas, pero solo si acampas o si pones en funcionamiento los generadores. Tampoco está permitido hacerlo en las playas y en las zonas de costa. Esto es así porque hay unas normas respecto a la acampada libre y también porque el ruido de los generadores puede causar molestias en lugares urbanos. Sin embargo, si la furgoneta está bien aparcada, no se ha desplegado toldo ni se han sacado enseres y no funciona el generador, no suele haber problemas por pernoctar en un lugar en el que aparcar esté permitido.

Las normativas municipales pueden cambiar mucho de un lugar a otro y lo que está permitido en un lugar no estarlo en el vecino. Por eso, siempre es conveniente conocer las normativas municipales de los lugares que vamos a visitar para evitar las multas que pueden llegarnos por conducir por donde no debemos o estacionar en sitios no permitidos.