El mercado asegurador destaca por su amplitud y diversidad, con productos accesibles a todos los presupuestos y necesidades. Para identificar el mejor seguro de salud de España, es importante prestar atención a la prima, el cuadro médico o las facilidades de contratación, entre otros aspectos de interés.

Primeramente, la cuantía de las mensualidades a pagar —las primas— se fija en plazos mensuales, trimestrales o anuales y debe abonarse sin importar las asistencias que el asegurado pueda solicitar. Su tipología es variada: de la prima única a la fraccionada, pasando por la anual, la periódica y la natural, la fija y la variable, la creciente y la decreciente, etcétera.

Para elegir la prima más adecuada, se recomienda aprovechar los servicios de asesoramiento que numerosas compañías de seguros ofrecen sin coste. Además, el interesado tampoco perderá la ocasión de consultar el modelo de financiación planteado por la aseguradora, es decir, si contempla un sistema de copagos, reembolsos, etcétera.

Otra de las cuestiones fundamentales en una póliza de salud es el listado de coberturas disponibles. En función de las necesidades del usuario, valorará una selección general o una más específica que contemple, por ejemplo, más las asistencias de pediatría y puericultura que las de fisioterapia.

La libertad para elegir el cuadro médico y al profesional sanitario es otra condición que muchos asegurados buscan en sus pólizas médicas. Aunque la mayoría de seguros lo permiten, pueden exigir pagos adicionales a la prima, encareciendo así el coste final de la póliza.

El tiempo de espera antes de recibir ciertas asistencias —denominado formalmente periodo de carencia— merece la atención del futuro cliente, pues afectará a la experiencia recibida. Prestaciones como la radioterapia, la vasectomía, los tratamientos de infertilidad y otras intervenciones quirúrgicas pueden no ser accesibles desde un primer momento, lo que ocasionará graves problemas al asegurado.