Las modas respecto a las cortinas cambian cada cierto tiempo. Si en los años setenta y ochenta se llevaban las cortinas con cortinones gruesos y con estampados de grandes flores, ahora prima la sencillez, los estampados muy discretos e incluso los tonos lisos.

Otra cosa que ha cambiado mucho es la forma de colocar las cortinas. Ya casi nadie usa los antiguos rieles para cortinas en las que se hacía necesario colocarlas con ganchos que iban colocados en una cinta que había que coser en la tela.

La mayoría se confeccionaban a mano y las hacían las propias mujeres de la casa o una costurera de confianza. Estaban hechas a medida y su destino era durar muchísimos años, ya que no eran precisamente baratas.

Actualmente lo que se llevan son las barras de madera o de hierro forjado. Las cortinas se colocan en ellas a través de trabillas o de arandelas y tanto ponerlas como sacarlas es muy sencillo. Como además no se llevan las capas dobles sino las cortinas sencillas, todo es más fácil si cabe.

Además, ahora las cortinas ya vienen confeccionadas en diferentes medidas o se encargan por Internet en los tamaños que se deseen para que las fabriquen específicamente para nosotros. En cualquiera de los dos casos, salen mucho más baratas que antes y por ese motivo se cambian más a menudo.

El largo de las cortinas también ha variado. Antes debían de quedar justo a ras del suelo. Ni podían quedar más cortas ni podían arrastrar. Ahora, lo que se lleva es que arrastren un poco en el largo.

Pero, dándole un toque de humor, no tenemos muy claro si es un producto de la moda o es debido a que muchas cortinas vienen con tamaños estándar demasiado largos y ya nadie se preocupa de hacerles un dobladillo.

En cualquier caso, no tendrás que dar muchas explicaciones por ello, ya que incluso en los catálogos de decoración aparecen cortinas largas que arrastran un par de centímetros por el suelo.

El vuelo de las cortinas continúa estando de moda. Pero ahora, al ser telas menos pesadas, el vuelo no ocupa tanto espacio en la habitación y la caída es mucho más natural, lo que resulta menos pesado para la decoración.

Para las habitaciones más informales de la casa o las decoraciones más juveniles las lonetas están de moda porque no requieren mucho mantenimiento, pero si se desea algo más elegante, las telas de lino, las sedas o los bordados siguen siendo tendencia.